En el norte de la India, hay una pequeña zona llamada Ladakh, donde se refugiaron muchos tibetanos que tuvieron que abandonar el Tibet cuando fue invadido por China. Así cuando estás en Ladakh, te parece más estar en Tibet que en la India.

Y si Ladakh es un destino fantástico, el recorrido por carretera para llegar hasta allí no lo es menos, atravesando paisajes sobrecogedores entre las altas montañas del Himalaya.

Los más de 1.000 kilómetros de carretera que separan Delhi de Leh (capital de Ladakh) tienen dos partes muy diferentes. Una desde Delhi a Manali y la carretera de alta montaña que entra en el Himalaya desde Manali a Leh.

Cuando planificamos el viaje la idea fue alquilar un coche en Delhi, llegar a Ladakh con él y luego poder utilizarlo por la zona de Ladakh. Fue un error ya que en Ladakh solo pueden circular los coche con permisos locales. A pesar de que nosotros lo habíamos hablado con la agencia india y nos habían confirmado que tenían todos los permisos…no fue así. Afortunadamente solo pagamos los días de los que dispusimos de coche.

A la vista de lo que nos pasó a nosotros y de como es la carretera (esperad que pronto llegan los detalles), creemos que la mejor opción sería: ir de Delhi a Manali en autobús de línea, en Manali alquilar un coche-taxi que os lleve a Leh en 3 días (459 kilómetros ) y una vez en Leh (Ladakh) moverte con taxis locales, incluso para ir a Nubra.

Pero nosotros os contamos nuestro viaje tal cual fue.

Primera parte: viaje por carretera de Delhi a Manali (3 días)

Día 1: de Delhi a Shimla

Salimos de Delhi temprano. En la primera parte del viaje la carretera estaba llena de camiones empalagosamente decorados y pintados. Les pintan incluso el eje de las ruedas con la cara de algún dios hinduista. ¡¡Unos artistas!!

La conducción es horrorosa. La única regla es “no te choques con el que viene de frente”. Los peores son los conductores de autobús ya que como están acostumbrados a una ruta fija y llevan el vehículo más grande siguen otra regla…la de “primero paso yo”. Menos mal que íbamos con conductor.Los 340 km se hacen eternos y llegamos de noche. El paisaje solo ha mejorado al final y lo estropea el que todo esté lleno de casas sin acabar de construir que afean el verdor de las montañas.

〉Shimla

Shimla (GPS: 31°06′12″N 77°10′20″E) fue capital de verano del antiguo Raj Británico en la India hasta la independencia de ésta. Hoy es capital del estado indio de Himachal Pradesh y aunque es lugar de vacaciones y descanso tiene poco que ver.

Día 2: Shimla a Rewalsar

El objetivo era llegar lo más cercano a Manali, pero tardamos 9 horas en hacer 250 km. Las carreteras y el tráfico son muy malos, en cambio el paisaje mejora algo. Son montañas no excesivamente altas pero todas cubiertas de vegetación.

〉Rewalsar

Rewalsar (GPS: 31.63°N 76.83°E) es un pequeño pueblo en el valle de Kullu, y un lugar sagrado para hinduistas, budistas y sij. Tiene un lago llamado “Tso Pema” por los tibetanos, que puede rodearse en un agradable paseo. En Rewalsar también hay tres templos hinduistas y dos monasterios budistas, el Drikung Kadyud Gompa y el Tso-Pema Ogyen Heru-kai Nyingmapa Gompa… vaya nombrecitos.

Por la mañana, en cuanto sale el sol, llaman a los monjes budistas a su ceremonia matutina. Allí estamos nosotros, hipnotizados durante una hora con la puja budista. No hay ningún problema en pasar, siempre somos bien recibidos, pero eso si, con el máximo respeto.

Lo peor de Rewalsar fue el alojamiento. Había 2 hoteles. En uno no había agua, bueno, ni agua ni tuberías que llegasen a los grifos. En el otro hotel el baño se inundó, y por la mañana teníamos un escorpión debajo de la maleta. Cosas que pasan.

Para cenar, tened en cuenta que todo cierra muy pronto.

Día 3: de Rewalar a Manali

El camino es más corto, 5 horas, y además hay menos camiones y autobuses.

Manali es un sitio un poco caótico. Nos alojamos en el Hotel Mayflower,  un remanso de paz entre pinos.

Después vamos a Vashist, un pequeño pueblo en lo alto de la colina, a 4 km de Manali. Allí hay calles muy empinadas, muchas guest houses, muchos restaurantes…y un cafe, el World Peace Cafe, que tiene una terraza con impresionantes vistas al valle lleno de pinares y con montañas del Himalaya al fondo.

En Vashist también hay un par de pequeños templos hinduistas, que en mi opinión, si tienes tiempo puedes pasar a verlos pero si te los pierdes tampoco pasa nada.

De vuelta a Manali visitamos el pequeño Gompa Gadhan Thekchhoklong. Un templo budista construido en 1960 que alberga en su interior una estatua de buda de dos plantas de altura. En la entrada del gompa hay un monje estampando banderas de oración al estilo tradicional, con una plancha de madera que mancha con tinta. También es una visita prescindible, ya que no tiene nada que ver con las maravillas que luego encontrarás en Ladakh.

La segunda parte, la verdadera aventura de Manali a Leh.

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