En nuestro camino desde Lhasa hasta el monte Everest, paramos en Samye, Gyantse y finalmente en Shigatse. Desde ésta última ciudad ya solo quedaban 2 jornadas hasta la base del monte Everest, la montaña más alta del mundo y una auténtica maravilla. Aunque ya habíamos disfrutado de fantásticos lugares del Tibet, lo que quedaba de camino nos deparó una decepción (el monasterio de Phuntsoling) y una auténtica joya poco conocida en el Tibet…la fascinante Sakya. Pero vayamos por partes.

Phuntsoling o Phuntsholing

Habíamos leído en alguna guía que el monasterio de Phunsoling era una maravilla, con una imagen idílica al estar cerca de una enorme duna de arena (has leído bien, una duna de arena en la meseta tibetana) y junto al monasterio un fuerte en ruinas.

Total, que lo programamos en nuestro viaje dado que era necesario pedir permiso a las autoridades chinas (como en todo lo que no sea Lhasa ciudad).

La carretera hasta Phuntsoling en un primer momento es buena (dentro de las carreteras tibetanas, no te esperes una autopista) y transita cerca del río Yarlung Tsangpo. Luego progresivamente empeora, hasta que la última hora de coche es un auténtico camino de cabras, por un paisaje que en nada es distinto a cualquier otra parte de la meseta.

Pero no desistimos y llegamos hasta Phunsoling. Y lo que encontramos fue un monasterio «normal» sin nada que le aportase un encanto especial que justificase el esfuerzo de ir hasta tan remoto paraje. La duna de arena que hay detrás del monasterio es curiosa, pero ni eso salvó nuestra desilusión, a lo que hay que unir que la fortificación cercana es una ruina que ni siquiera llama la atención para hacer una foto.

Para más desilusión, la capilla principal del monasterio estaba cerrada por obras. Sin embargo no tuvieron reparo en cobrarnos la entrada aunque no se podía visitar la parte más importante de Phuntsoling. La capilla o sala secundaria, que si que pudimos ver, es muy normalita. Vamos, una decepción.

Valoración: ★✰✰✰✰
No vayas. No está justificado el esfuerzo

El monasterio de Phunsoling está equidistante de Shigatse y de Sakya, ambos a 110 km y 3 horas por carretera. Para ir ya sabes que necesitas permiso de viajes de China.

Aquí te dejo donde está Phuntsoling en GoogleMaps
Coordenadas GPS: 29.368175, 88.002267

Camino Phuntsoling Tibet

Camino Phuntsoling

Phuntsoling Tibet

Dunas de arena en el monasterio de Phuntsoling

Sakya (o Sagya)

Tras dejar Phuntsoling estabamos nerviosos por si Sakya también nos desilusionaría.

La carretera hasta allí atraviesa numerosos pueblos pequeños, con las típicas casas de estilo tibetano donde la gente del campo se afanaba recogiendo la cebada para hacer tsampa (una mezcla de harina de cebada tostada a fuego lento y mantequilla de leche de yak) que constituye una base importante de la alimentación tibetana.

Cuando ya por fin llegamos a Sakya (4280m de altura) comprendimos el porqué de su nombre. Sakya en tibetano significa “tierra gris”, algo que le viene perfecto ya que las colinas que rodean al pueblo tienen ese curioso color gris oscuro.

Lo que más llama la atención y que diferencia a Sakya de cualquier otro pueblo tibetano es el color de sus casas. En el resto de pueblos, las casas tibetanas tienen paredes blancas, con detalles negros o rojos. En Sakya las casas son todas de color gris con unas franjas rojas y blancas en la parte más alta y los laterales, algo que no habíamos visto en ninguno pueblo del Tibet.

Ya solo por eso mereció la pena la visita, pero si además encuentras un templo tan espectacular como el de Sakya la visita es obligatoria.

Sakya o Sagya en Tibet

Sakya y sus casas grises

Sakya o Sagya en Tibet

Sakya o Sagya en Tibet

Monasterio de Sakya, casi 800 años de antigüedad.

El monasterio de Sakya no parece, como es habitual en otros muchos monasterios tibetanos, un extenso pueblo con numerosas casas alrededor de unos pocos y grandes edificios. El de Sakya es un monasterio de base cuadrada, donde se agolpan los edificios y salas monásticas dejando poco espacio entre ellas y rodeado el conjunto por un muro exterior grueso y alto que dispone de varias atalayas. El motivo de esta estructura, es que el monasterio de Sakya se construyó en el año 1268 con fines defensivos.

Una vez que pases la puerta Este y penetres en el monasterio, verás grandes edificios de paredes rojizas y unas pequeñas plazoletas.

La sala principal es quizás la más bonita de todo el Tibet, al menos en nuestra opinión…y mira que hemos visto templos y salas.

La de Sakya es una inmensa sala, con unos muros exteriores de más de 3 metros de ancho y unas columnas formadas por enormes troncos de árbol que mantienen el techo a 16 metros de altura. Algunos de los thankas de las paredes y columnas son auténticas obras de arte, lo mismo que algunos de los murales que cubren las paredes. También conserva varias estatuas de Budas dorados de hace casi 800 años y una gran colección de textos sagrados budistas (sutras). Muchos de estos textos sagrados los verás en muebles que sirven de librerías, donde los libros son un montón de hojas con dos maderas que hacen las veces de tapas y atado todo ello con unas cuerdas. Cuando los monjes estén orando fíjate en estos libros.

Sencillamente el monasterio de Sakya nos pareció sobrecogedor.

El resto de las salas menores del monasterio no pudimos visitarlas ya que habíamos llegado tarde desde Phuntsoling, aunque en ningún lado las describen como destacables.

Tras la visita puedes darte una vuelta por lo alto del muro exterior del monasterio, disfrutando de unas fantásticas vistas del pueblo de Sakya, que al atardecer tiene una iluminación dorada que resalta más si cabe la belleza del lugar.

Nuestra valoración de Sakya: ★★★★★
No te lo pierdas. El monasterio y las casa de Sakya no te defraudarán

Monasterio de Sakya Tibet

Monasterio de Sakya Tibet

Monasterio de Sakya Tibet

Monasterio de Sakya

Sakya Tibet

Muro exterior del monasterio

Monasterio de Sakya Tibet

Monasterio de Sakya

Monasterio de Sakya Tibet

Monasterio nuevo de Sakya

La Kora de Sakya y el antiguo monasterio

Como no podía ser de otra manera aprovechamos el final de la tarde para hacer la Kora del monasterio, que discurre por otro antiguo monasterio hoy en ruinas, fruto de la barbarie de la revolución cultural. Aún con todo merece la pena el paseo. Agradable y relajante.

Paséate también por el pueblo, entre las curiosas casas de paredes grises, donde encontrarás a los tibetanos en su vida cotidiana.

Por cierto fíjate en algunas casas y verás «tortas» marrones secas amontonadas en los muros. Se trata de excrementos de yak que los tibetanos, primero secan pegándolas en las paredes de alguna casa y una vez secas las acumulan como combustible para cuando llegue el invierno. Desde luego no se puede decir que no es ecológico. No te preocupes, no huele mal y nosotros comprobaríamos su poder calorífico al día siguiente cuando estuvimos durmiendo en unas tiendas de campaña en la base del monte Everest…pero eso te lo contamos en otro artículo del blog.

Otra persona de la que guardamos buen recuerdo es de un monje mayor que estaba en el pueblo. En cuanto nos vio nos invitó a pasar a su modesta casa y nos mostró su capilla, mientras nos preguntaba curioso por el Dalai Lama…entrañable.

Monasterio de Sakya Tibet

Monasterio antiguo de Sakya

Sakya Tibet

Casas grises de Sakya

Sakya Tibet

Sakya Tibet

Secando excrementos para usarlos como combustible

Cómo llegar a Sakya

Aquí te dejamos su posición en GoogleMaps
Coordenadas GPS: 28.902781, 88.017332

Si como te recomendamos vienes directamente de Shigatse, sin pasar por Phunsoling, tardarás unas 3.5 horas en hacer los poco más de 150 km de carretera.

Se que somos pesados, pero para todo lo que se salga de Lhasa, se necesita tener un permiso de las autoridades chinas y contratarlo con una agencia, aunque como en nuestro caso sea alquilar un coche con conductor para todo el viaje.

  1. Janina 6 febrero, 2021 at 21:32 - Reply

    Excelente! Gracias por compartir.
    Donde se duerme?
    O se tiene que volver a Lasa todos los dias?

    • Fotografiando Viajes 7 febrero, 2021 at 20:01 - Reply

      Si que hay hoteles en Sakya por lo que es mucho mejor hacer una ruta por Tibet durmiendo en distintas ciudades. No se puede hacer todo desde Lhasa sin perder muchísimo tiempo en traslados.

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