En la mayoría de las ciudades de Laos o de países vecinos como Myanmar o Tailandia, cada amanecer, los monjes budistas recorren las calles cercanas a los templos con cuencos en los que recogen las ofrendas y alimentos que les ofrecen los fieles. Es la denominada procesión por la salvación de las almas o ceremonia de los monjes. Sin embargo, por la gran cantidad de templos que hay en Luang Prabang, es donde la ceremonia se ha hecho más famosa al congregar a cientos de monjes con sus túnicas naranjas y sus cuencos de limosnas.

Qué es la ceremonia de los monjes de Luang Prabang

Los monjes budistas de todos los templos de la Luang Prabang salen al amanecer, después de sus rezos vespertinos, con sus cuencos a recoger el alimento que ingerirán a lo largo del día. Los fieles esperan en la calle el paso de los monjes para echar en su cesto un puñado de arroz, en la mayoría de los casos, o a veces galletas o fruta. Los monjes, descalzos y con sus túnicas color azafrán, hacen un lento recorrido por las calles principales de Luang Prabang y vuelven a su monasterio.Por supuesto, una ceremonia tan especial, espiritual y vistosa, ha ido atrayendo cada vez a más y más turistas, convirtiendo un acto religioso en un espectáculo de masas.

Ceremonia de los monjes en Luang Prabang

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monjes en Luang Prabang

Ceremonia de los monjes en Luang Prabang

Monjes por la mañana

Ceremonia de los monjes en Luang Prabang

Nuestra experiencia en la procesión de los monjes

Acudimos tres mañanas distintas a ver la ceremonia de los monjes de Luang Praban o de la entrega de almas.  En cada una de ellas tuvimos una experiencia distinta. Esto te dará una idea de lo diferente que puede ser un mismo evento dependiendo del momento.

El primer día acudimos muy temprano, sobre las 5:30 de la mañana, a la calle principal (Sakkarin). Vimos horrorizados como cientos de turistas que venían en autobuses iban llenando las aceras. Intentamos alejarnos del bullicio. Afortunadamente, unos metros más adelante solo estábamos un puñado de turistas repartidos por la zona. Los monjes comenzaron a salir alrededor de las 6h. En general, y salvo algunas excepciones, la gente se comportó con bastante respeto . Aunque no faltaron aquellos que se acercaban con la cámara a los resignados monjes cual paparazzi en busca de una exclusiva.

En la segunda ocasión la experiencia no fue tan espiritual. Fue más bien un espectáculo lamentable.

Cientos de personas se agolpaban en todas las aceras de la calle principal. Decenas de fotógrafos, cámara en mano y disparando indiscriminadamente con flash perseguían a los monjes o incluso se ponían en medio de su camino. Algunos turistas, que estaban dando ofrendas (organizado por sus agencias) al poco se levantaban y les disparaban en la misma cara.

Sentimos vergüenza ajena. No podíamos entender que la gente no fuera capaz de permanecer al otro lado de la calle, sentados y en silencio para mostrar respeto hacia una ceremonia que no deja de ser un acto religioso.

Nos fuimos casi de inmediato de allí, en busca de un lugar menos concurrido.  En la calle paralela a Sisavangvong pudimos ver en relativa tranquilidad y silencio como los monjes recibían su comida diaria de los fieles.

En la tercera ocasión fuimos a una calle secundaria, al final del trayecto, para aprovechar la luz. Había muy poca gente y la verdad es que todos muy respetuosos. Eramos parejas o personas sueltas, en la acera de enfrente. Intentando estar ocultos entre algunos coches aparcados, para así no interferir en nada. La gente, armada con sus teleobjetivos, hacía fotos sueltas pero sin la obsesión por la instantánea. Sobre todo disfrutaban de la experiencia.

Normas de respeto que deberíamos seguir

Aunque parecen normas básicas y de sentido común, no está de más recordarlas para que situaciones como la anteriormente narrada puedan evitarse en el futuro.

  • Permanecer en el otro lado de la calle si no se van a hacer ofrendas, sentado o en un lugar discreto.
  • Si es posible, lo mejor es observar la ceremonia desde el hotel si se pernocta en alguna de las calles principales.
  • No acercarse a los monjes, ni ponerse en medio de ellos cuando están recogiendo sus alimentos.
  • No usar el flash de las cámaras. Cuando los monjes comienzan a salir de los templos está todavía bastante oscuro y los disparos de flash son una falta de respeto.
  • Permanecer en silencio.
  • Usar teleobjetivos para hacer fotografías.

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Notas para fotógrafos

  • Ante todo respeto. Ninguna foto que podamos hacer es tan importante como para perder el respeto a nadie. Para nosotros, turistas, es una ceremonia llamativa, distinta, colorida y que quieres recordar. Pero el recuerdo no siempre se lleva en el sensor de la cámara. Se lleva en la retina y en tu memoria de viaje. Si en una situación como esta no puedes hacer fotos, no pasa nada. El mundo seguirá girando sin tus fotos de paparazzi aficionado.
  • Nunca utilices flash. No pongas el flash en modo automático porque saltará seguro. Sube el ISO
  • Cuando salen los monjes hay muy poca luz. Deja la cámara en la bolsa y disfruta de la experiencia. Luego amanece algo más y podrás hacer alguna foto.
  • Utiliza siempre teleobjetivo, porque debes permanecer en el lado opuesto de la calle, retirado y sin molestar.
  • Los detalles de los fieles depositando ofrendas es una buena foto, que se hace con teleobjetivo. Lo mismo que los detalles de manos, pies, túnicas.

Ceremonia de los monjes en Luang Prabang Ceremonia de los monjes en Luang Prabang

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